Malecón de La Habana no siempre es el lugar soleado y tranquilo que todos amamos. Durante los meses de invierno los sistemas meteorológicos pueden causar trastornos en las corrientes marinas en la costa norte de Cuba, causando la incursión del mar a lo largo del Malecón. Estos días son conocidos localmente como “Un Norte o Frente Frio”. Por supuesto, una tormenta tropical o un huracán completo soplando a lo largo del Malecón de La Habana pueden enviar olas gigantescas, hasta 30 metros en el aire, cruzando el Malecón y impactando los edificios adyacentes. Afortunadamente este es un acontecimiento raro, ocurriendo cada 10 años más o menos.

No obstante, los cubanos les encantan el peligro y para muchos Habaneros este es el momento más divertido para irse al Malecón de La Habana. Los chicos jóvenes juegan a cobarde con las olas, corriendo hasta el muro de rompeolas y luego, cuando viene una ola grande, huyendo para evadir que las olas se estrellan sobre ellos. En estos momentos de mal tiempo en el Malecón Habanero el tráfico se detiene por lo general y quien intenta pasar termina dejando su vehículo donde mismo para.